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jueves, 3 de mayo de 2012

Cuánto puede pesar un perro para volar en avión

Normalmente os diría que un perro puede pesar lo que le dé literalmente la gana. La diferencia es que viajará "arriba" con los humanos o "abajo" con las maletas especiales. No con las maletas... esas van en la cola casi. Los animales tienen una cabina especial en la que llevan incluso calefacción y no se puede decir que viajen mal, pero claro, esto es como viajar en "turista" o viajar "en primera". Nosotros también queremos viajar arriba, con los humanos y cotillear el panorama. Sobre todo, porque nos viajar en la bodega de animales nos da bastante ansiedad. Hablo según me han contado mis colegas de cuatro patas, porque yo nunca he tenido el gusto ni el disgusto de meterme ahí. Cada línea aérea tiene sus propias normas, pero suelen estar de acuerdo en algunas cosas, por ejemplo, no dejan volar cachorros de menos de 8 semanas. Evidentemente por la presión y los oídos del peque. Pero todo eso os lo contaré el próximo día cuando vayamos en avión. De momento sólo quería hacer hincapié en el hecho de la decisión de si vas "arriba" o "abajo" viene dada en función de tu peso. Por eso se me ha ocurrido pesarme en una báscula que me he encontrado por la calle y que, a la sazón, me recuerda aquellas en las que se pesaba Ofelia en los tebeos de Mortadelo y Filemón... aunque claro está yo no la hago dar dos vueltas. Yo soy casi una pluma. Casi. Porque estoy en el límite para viajar "arriba" y ella me ha llamado "foca" (que no sé por qué, porque yo claramente soy un perro) cuando ha visto que sobrepaso el peso "ideal" por un kilo y medio. Sí, ya lo sé, un kilo y medio no es nada, pero cuando pesas menos de 10 kilos, es un 10%... sí, es mucho. Habrá que iniciar inmediatamente la operación "perrikini" para el verano o me quedaré en tierra. La mayoría de las compañías permiten un peludo de 6 kilos, algunas incluso de 8, pero tenemos que ir metidos en la dichosa jaula. Excepto los perros lazarillos, que como van en viaje de trabajo, pueden ir un poco más a su aire. Eso sí, con bozal. Está claro que un perro que ha sido entrenado para indicar a un humano cuándo cruzar una calle y cuando no, por dónde andar para no tropezarse y que sabe dónde está el “baño” y dónde no, no es capaz de diferenciar su comida del brazo de otro pasajero. Y claro, igual se vuelve loco y se come a alguien, en un descuido. Es la forma políticamente correcta, que hay que llevar bozal por si algún histérico es presa de la esquizofrenia. A ver si se creen que nosotros mordemos indiscriminadamente a cualquiera… sin saber si está vacunado o si se ha duchado ese día. En fin, que de momento yo creo que me van a mandar "abajo" o me van a poner a dieta. Lo estamos negociando.

3 comentarios:

  1. Nuevamente vuelvo a escribir el comentario,que por alguna rzon "algun espiritu maligno" borro...

    Pal,me ha encantado el blogg,jamas se me ocurrio pensar que el perro viajara de acuerdo a su peso,pense que le otorgaban el lugar en bodega de acuerdo al tamano..pero al peso?? jamas.!
    A cuantos paises ha viajado Berlin y en que lugar ocupo en el avion?

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  2. Vamos Berlin ponte a dieta ya si no ya sabes a la bodega y esque claro con la vida que te pegas tumbada al sol en la ventana que quieres a engordar osea que ha correr como loca y a comer menos

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  3. Ayer Berlín salió a pasear y se emocionó entre las descomunales hierbas del bosque. Por aquí ha llovido tanto que un simple prado parece Jumanji. Se echó a correr como dice Marisa, como una loca... y volvió a casa con un constipado de aupa. Sólo con las gotitas de la hierba. Está claro que es una princesa y que con un poco de suerte, siempre acaba viajando donde le da la gana. En cabina en el avión, en camarote de barco, en primera clase en el tren. Yo no sé cómo se apaña... pero claro, es tan dulce que no se le puede decir que no. ;)

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