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miércoles, 18 de marzo de 2020

Los perros nos quedamos en casa

Un ratito en la terraza. Tomando el sol

Hoy no toca viajar. Hoy no nos dejan. Toca quedarse en casa y guardar la cuarentena. No es que yo lo necesite, porque los perros no nos contagiamos, pero veo a mis humanos tan preocupados que me quedo con ellos para hacerles compañía el tiempo que haga falta.
Controlando la calle por si acaso
Aprovechando que estamos aquí sin salir, bueno casi, porque salir salgo un poquito cada día, como debe de ser… pero aprovechando quiero contaros algunas cosas importantes que quizá, también sean importantes para vuestros humanos.
Lo primero es que los peludos no nos contagiamos del virus. No nos contagiamos, ni contagiamos a nadie, ni lo transportamos ni se nos acerca porque somos demasiado buenos para él. Coronavirus hay muchos, son como una gran familia, por eso los numeran. El de los humanos es el 19 y el nuestro el CCV, es decir, si nosotros nos contagiamos de Coronavirus, es otra cepa y otro bicho diferente, que se nos agarra a las tripillas y entonces sí que hay que sacarnos a la calle mucho, mucho. Es un virus estomacal. Que por cierto en España hay poquito porque nos suelen vacunar y no lo es normal cogerlo. Suele afectar a los cachorros hasta los 3 meses. Así que stop estrés que no hay motivo. Los virus de los humanos son alfa y los nuestros son beta. No son ni primos.
Celebrando San Patricio
He oído que hubo un caso de un perro en Hong Kong, que se contagio “levemente” y que al final se murió con el virus de los humanos… eso suena más raro que todo lo demás. Pero vamos a ver, que el perro dio positivo una vez y negativo las demás… y que tenía 17 años. No sé, no parece muy concluyente el caso.
Y como no nos contagiamos pues no haría falta estar en cuarentena ni tener miedo, pero aun así, como nuestros humanos son delicados, primero, no conviene dejarlos solos en estos momentos y segundo: es una buena idea que al volver de pasear, nos “limpien” un poco. Puede ser con una toalla húmeda, que nos pasen por el pelo, incluidas las patas o que nos den un spray de esos desagradables que siempre hay en casa.
Las siestas, en la ventana también. Control ante todo.
Mi humana fabrica el suyo propio: tiene agua, un poquito de alcohol que yo lo huelo, un poquito de agua oxigenada, pero poco que luego me quedo rubia y no es plan. Tiene aceite de coco, que además ayuda a que no se me suban las malditas garrapatas y no se me acerquen las orugas. Y tiene unas gotitas de aceite de lavanda y de aceite de árbol de té. Unos cuantos disparos por el pelaje y como nueva. Eso sí, estoy oliendo a perra ligera de cascos un rato, pero bueno… si no me lo echa muy cerca del hocico, vamos bien.
Si en vuestra casa no hay ningún infectado, las medidas son las normales: que se laven las manos, que lo tengan todo limpito, que se porten bien y que no salgan. Y si hay algún infectado, que os hable con mascarilla, que se mantenga a un metro y que, si hay que irse a otra casa mientras tanto, o bien os tienen que comprar todo el menaje nuevo o que os lo laven bien, bien. Pero por ellos, eh? Que a nosotros sigue sin afectarnos, vale?
Siesta entre cogines. Mi favorita.
Y si cuando salgáis a la calle, que no se os acerque ningún amigo y sobre todo, que no os toque ningún otro humano. Eso es importante. Mientras estéis en casa, haced muchos mimos a los humanos, que están estresados y pensad que esto son unas semanas de nada y que en seguida volveremos a viajar y a pasarlo bien. Aprovechad para poneros al día en siestas y pedid que os den muchas chuches y cosas ricas de comer.
El día de antes de empezar la cuarentena, mi humana me llevó a la tienda de chuches perrunas y ¡nos compramos un saco! Estoy provista hasta nueva orden.
Si queréis para pasar el rato, me podéis contar vuestras experiencias en cuarentena y que tal se están portando vuestros humanos. Yo voy a seguir aquí. Ánimo a todos!!!