En Croacia, casi todas las playas son de piedras, pero no importa porque son suaves y no pinchan. |
Como
ya os anuncié hace poquito en las redes sociales, tengo que contaros lo bien
que lo puede pasar un peludo en Croacia. Creo que es uno de mis destinos
favoritos, claro que eso lo digo porque me tratan mejor que a mis humanos.
Cierto es que en algunos sitios hay zonas delimitadas, pero en general, eso es
un paraíso perruno.
En el puerto, con los pescadores y las gaviotas. |
Para
empezar, os diré que si viajáis desde la UE, a veces ni te piden el
“perroporte”. No es que me parezca bien porque en realidad lo llevamos por
nuestra seguridad, pero es un indicativo de que no están esquizofrénicos como
en otros sitios. Supongo que te ven la cara de felicidad por viajar con toda la
familia y deducen que no hay ningún problema. En mi caso, fuimos en coche
atravesando Eslovenia. Pero también podéis ir en avión. Hay aeropuerto en
Zagreb, la capital, pero creo que también hay uno más cercano en Pula.
Desde
mi experiencia, en todos o en casi todos los restaurantes que he conocido,
incluso piden permiso a los humanos para ponernos agua y acariciarnos:
“Perdone, por favor, ¿podría ponerle un poco de agua a su perro?”…
interesantes, ¿verdad? Y a veces van más allá y te dan una “chuche perruna”.
Aunque
lo que os voy a contar ahora os va a dejar con la boca abierta y la alengua
colgando. Happy
Dog Premium Village. Creo que no hace falta ni que lo explique. Un pequeño
poblado para peludos y amantes de los peludos. Una serie de pequeñas y coquetas
casitas, a unos pocos metros de la orilla del mar, donde los perreces somos los
amos indiscutibles.
He estado en un hotel para perros. No, no en un hotel que admite mascotas, sino en un hotel para perros, en el que los humanos son bienvenidos. Me explico. ¿Conocéis la cadena Valamar? Ellos tienen varios hoteles en los sitios más bonitos de Croacia y creo que en todos, los peludos tenemos vía libre, pero es que en la Península de Idria, al norte, cerca de Porec… hay una especie de resort gigantesco en el que hay sitio para todo y para todos. Allí puedes ver cabañas, casitas, zona de camping… algunas tiendas de campaña parecían más la jaima de un sultán que otra cosa. Preciosas. Y una zona llamada
Pizza y cerveza para perros. Soy feliz!! |
No
sé ni por dónde empezar. Cada casita tiene un pequeño jardín, con una caseta
(por si uno quiere dormir fuera, pero está permitido totalmente, dormir dentro
de la casa) y está vallada para que no se nos vaya de las manos; acceso libre
al mar, por supuesto, una zona de juegos… uno de esos parques de Agility donde
algunos peludos se entrenan o se divierten corriendo, una tienda con multitud
de juguetes, chuches… donde además venden pizzas y cervezas. Pero para perros.
Sí, como lo leéis, cerveza para perros. Esta gente sí que sabe. Y una zona spa.
Ya sabéis donde nos pueden bañar, cepillar, cortar el pelo y demás perrerías, o
simplemente darnos un masaje perruno con grooming (que es lo que nosotros
llamamos… que nos rasquen). Lujo. ¿Se puede pedir más? El sitio, para que no
dudéis en ir se llama Camping Resort
Lanterna y Lanterna
Apartaments. Y no, no es nada caro.
Una siesta con mi toalla en la tumbona. |
Lo
mejor es la convivencia allí con otros colegas de vacaciones y con otros
humanos igual de bien educados que los míos. Además, es un sitio tan grande que
hay varios restaurantes, bares, terracitas para tomarse un cóctel a la orilla
del mar, supermercaditos, tiendas con cosas pero que muy ricas, piscinas, un
parque acuático y muchas zonas de juegos, conprograma de animación incluido,
para los cachorros de humano. Incluso una especie de banco para cambiar moneda
porque allí usan Kunas. Yo no eché en falta nada, la verdad y parece que mis
humanos tampoco.
Este
sitio que os digo está un pueblecito de pescadores que se llama Tar. Minúsculo.
Entre Porec y Novigrad. Con muy buena comunicación por carretera. Muy cerquita
de la frontera. Eso sí, tengo que advertiros de que en el control policial para
cruzar de un país a otro se organizan unos atascos de horas, así que, por favor
llevad agua suficiente que yo pasé un poco de sed mientras esperábamos. Como os
decía, está muy bien comunicado y los pueblecitos de alrededor son muy
interesantes y tienen muchas cosas que visitar, aunque lo mejor, sin duda, es
la comida. Todo es tradicional, abunda el pescado y además es increíblemente
barato. Vamos, que yo me puse de pescado sin espinas… fina! Por cierto, si sois
de los que hacen turismo entrando a museos y sitios así, en el resort hay unas
casetas grandes, donde podéis dejarnos unas horas sin peligro. Bueno ahí… o en
las casitas, como queráis. Pero si no, excepto en museos, iglesias,
supermercados y sitios así, podemos entrar siempre y no os pondrán problema. Yo
incluso subí a un campanario/mirador… y ni siquiera pagué entrada. En algunos
sitios hay bebederos para animales y fuentes, pero cuanto más grande es la
ciudad, más se complica así que tendréis que cargar con una botella de agua. No
sé qué más contaros… a mí me ha parecido un paraíso y me lo he pasado fenomenal.
¡El hotel perruno! Os lo recomiendo mucho y a vuestros humanos, también.