Translate

martes, 18 de octubre de 2011

Los perros en Chile


Perronalmente no he conocido Chile. Aún. No es que no quiera, es que 15 horas metida en una jaula y rodeada de maletas no es mi ideal para viajar. Aunque dependiendo de la jaula, seguramente yo tenga más espacio que algunos pasajeros de arriba, pero no me apetece. Tendría que quitarme un par de kilitos y entonces podría viajar arriba. Al menos ahí tengo la seguridad de que ellos no me dejarían ni un minuto, sola. Y eso tranquiliza.
Como decía, no he conocido Chile, pero me llegan noticias de que es uno de los países más poblados por perros del mundo. Más que Grecia.
Según he visto en algunas fotos hay perros campando a sus anchas por todas partes. Incluso en el desierto. En la Isla de Pascua van en pandilla, son perros con mucha suerte. Ya me gustaría a mí poder salir de paseo con mi pandilla y sin cuerda.
Ellos me contaron que al principio creían que eran perros abandonados, pero luego vieron cómo salían de sus casas, paseaban, jugaban, tomaban el sol en plena calle y después volvían con sus familias. Cuánta libertad, ¿no es cierto?
A la gente, acostumbrada a esta rutina, los animales ya ni les molestan y mis compañeros peludos pueden disfrutar de una libertad que muy difícilmente conseguiríamos ni soñar en el viejo continente. También hay gente que lleva sus perritos con correa, bien limpios y educados lo necesario para que puedan acompañarlos al interior de ciertos establecimientos. Pero la mayoría andan por la calle felizmente liberados. En Santiago, en Isla de Pascua, en Patagonia, incluso en pleno desierto de Atacama hay perros haciendo su vida.
Esto es más que una buena razón para conocer el país. Me voy a poner inmediatamente con la operación perrikini y me voy a quitar ese kilo de encima para poder viajar, con un poco de suerte en primera clase, con mis amigos de LAN y que me lleven como a una princesa a conocer a mis congéneres chilenos. Los perros que van a su bola.