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jueves, 4 de agosto de 2011
De un canario a un caballo
Por fin he conocido un sitio en el que lo primero que te dicen es que las mascotas son bienvenidas: desde un canario hasta un caballo. Yo no sé cuánta gente viajará con su canario a cuestas, pero allí había unos cuantos caballos, así que eso debe de ser más común. Lo que sí había era perros. Alguno muy guapo por cierto, que en la terraza grande, en la que da entrada al hotel, me estaba esperando todas las tardes.
Bueno, ya sabréis que estoy hablando de El Hotelito de Navaluenga, porque últimamente no se habla de otra cosa. Y yo no conocía Ávila, al fin y al cabo sólo tengo 3 años perrunos. Me ha gustado mucho. Me ha gustado la provincia, el pueblo y me ha encantado el Hotelito.
Quizá lo mejor, es que al ser una población muy pequeña ocurre como en las películas, que todo el mundo se conoce, que no se pierden las cosas y que con las tapas de los bares has comido. En nuestro caso no es así, porque ellos comparten casi todas sus tapas conmigo excepto si se trata de pollo y no sé qué otras cosas con las que se ve que tienen problemas. Pobrecillos. Como iba diciendo, es un lugar abierto en todos los sentidos. Los demás perros van a su aire sin correa ni nada e incluso hay un río convertido en playa popular en el que todo el mundo trata de evadir el calor. El Alberche. Que es el que alimenta el embalse de El Burguillo. En ese río me he bañado yo.
La verdad es que el conjunto es perfecto porque entre un baño, una excursión en bici, que también hicimos, una excursión a caball... que creo que hubo aunque yo me quedé descansando un poco porque la bici es agotadora y una no está acostumbrada a correr tanto. Entre un montón de actividades posibles, porque es cierto que no paramos ni un momento y luego el descanso en el hotel, ha sido maravilloso. Ellos han comido como en casa de la abuela –decían- y han dormido como marmotas en una inmensa cama blanca, han tomado el sol, han hecho deporte, se han bañado, han tomado vino, han leído porque allí había una biblioteca de donde cada uno podía coger el libro que quisiera, e incluso se han bañado en el jacuzzi de la habitación, lo que ha hecho que estuvieran todo el tiempo de buen humor y eso, que cada vez es más difícil de conseguir fuera de casa, para mí es un sobresaliente sin discusión.
Si tienes cuatro patas y tu familia no sabe dónde llevarte de vacaciones tienes que hablarles de El Hotelito y aconsejarles que se den una vuelta por allí, que os va a gustar.
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